No hay palabras para el desamor
no las hay… no las busques
Tan fuera de natura está
que no puede definirse
Ese vacío que pesa…
Esa losa que lo aplasta
Esa exclusa contenida
de dolor en la represa,
agüeras lagrimeantes
que por la garganta pasan
donde no se vea el cauce
bajo la piel enterradas.
Ese esperar sin sentido
un amago de algún gesto
que no sea de desdén,
aunque sea simplemente
como el que das a tu perro
… no a tu hijo,
ni tan siquiera el de un amigo,
o… a ese extraño que recibes
con la sonrisa y el beso.
Algo que con la imagen
de un cariño se complete
el de un perro bastaría.
Un poco del que derrochas
con quién no tiene tu sangre
ni tú has traído a este mundo.
No sé por qué te elegí,
pero sabía qué hacía,
solo espero retornar
para poder comprender
por qué te quise tan mía.
V.Nas