jueves, 21 de abril de 2011

El dial... jueveros

En este inmenso y desconocido emisor en el que vivo inmersa junto a tantas y tantos ….
Y para siempre… siempre…
Pues en este inmenso y desconocido caldo de cultivo, la curiosidad me mata , no, mejor, me incita a vida.
He de saberlo todo, conocerlo todo, visitarlo todo… quiero saber… el por qué.
Y salgo al encuentro del mismo  sin miedo, pues sé que es un laberinto con respuestas, aunque yo carezca de la paciencia para encontrarlas.
Tengo prisa… prisa… tengo prisa… y la prisa solo me dejaba ver el reloj.
Caminaba sin mirar a mis costados sin recordar el camino hecho no asimilado y sin recursos para el venidero por falta de perspectiva… todo era un caos en el cual improvisaba y resolvía a salto de mata a la vez que solo aprendía de las heridas y de las cicatrices que dejaban para recordarme, que allí había pasado algo aunque ya no doliera, para conseguir que el instinto me advirtiera que en aquella parte debía tener cuidado . Y mientras recibía en mi dial señales distorsionadas de onda larguísima que no me aclaraban nada, sin poder determinar si me confundían , vivía sabiendo que bien o mal en cada momento había hecho lo que mi personalidad me había exigido … había trazado el camino de la vida imprimiendo a fuego en la piel de la personalidad cada unos de sus pasos, los dados hacia atrás y los dados hacia adelante. Todo seguía oscuro y nada claro, a modo de murciélago solo podía confiar en acertar con los obstáculos y en lamer las heridas cuando no acertaba. Pero en cada trazado nuevo recordaba más del anterior y proyectaba caminos conocidos de recorrido para evitar los valles y montes… más cuando venía a recorrerlos, se me olvidaba … y una vez más a veces caminaba por lo trazado y a veces todo lo complicaba de una manera horrorosa. Seguía sintonizando el dial al exterior y aunque el alcance de las ondas iban aproximando su radio de acción y concretando su mensaje, todo seguía confuso .
Así fui y vine y entre ida y vuelta fui llenando de haber y debe la cartilla de mi existencia, y aquí por error o egoísmo mi saldo era un horrible manchón rojo y sabía, conocía,  que debía ponerlo en números negros y también dónde y cómo lo conseguiría de manera más efectiva . Pero volvía y se me olvidaba… y entonces solo lo hacía a medias o aún peor, y adquiría o quitaba deuda al tiempo que consolidaba mis amores y mis odios .
Cuando de nuevo volvía al lugar donde todo se ve con claridad y se proyecta la nueva andadura, me encontraba con mis amores y mis odios;  mis amores me animaban y decidían caminar conmigo en aquellos tramos donde su experiencia pudiera servirme de apoyo … mis odios que de ese  lado no tenían sentido y pesaban como una losa que limitaba la facilidad del camino … decidían venir conmigo y yo con ellos para tener la posibilidad de equilibrar la balanza, de compensar los daños…  y así yendo y viniendo … nos adaptábamos siempre a las circunstancias y cuando no lo conseguíamos e interrumpíamos la vivencia , nos encontrábamos con que habíamos entorpecido tremendamente la andadura propia y ajena… y todo debía recomponerse en las veces necesarias para que el anclaje pudiera ser posible de nuevo …
En la medida que la impronta de las vivencias arraigaban en el conocimiento individual, la claridad de que nadie camina solo, de que somos un equipo se fijaba en la personalidad y ya las pautas de conducta en líneas generales eran más solidarias, aunque el mundo tienta de forma tremenda y, el egoísmo y el miedo, son dos tremendos y negativos consejeros que a nada bueno conducen… pero entre una de cal y otra de arena, y esto no quiere decir otra cosa que no sea entre todo lo peor y todo lo mejor, forjábamos nuestro nexo común, la hermandad de nuestras finalidades, de nuestros afectos y de nuestra necesidad del otro . Y nos conocíamos …. Y nos conocemos …
El camino lo hemos realizado de infinidad de maneras, no siempre los mismos, no siempre al mismo tiempo, pero sí juntos …
Pero volvemos… y nos olvidamos… porque así debe ser, porque así corresponde en el dial que ajusta la sintonía en el exterior …
Más a menudo que avanza la percepción un buen día y sin mérito alguno, que no sea el adquirido en la experiencia, despiertas a la vida conociendo… no porque nadie te lo diga, no porque nadie te lo cuente… conociendo, sintiendo de la misma manera que sientes los dedos de las manos y como apoyas los pies, las verdades que están impresas en tu código y descubres que no es una sintonía externa la que te comunica… está en ti, en ti están las respuestas . Asusta mucho al principio, el temor a que el mundo te considere loco hacen que no hables del asunto… en el peor de los casos algún siquiatra, algún sicólogo que no vienen sino a confirmarte que eres absolutamente normal… y un personaje muy curioso …
No es curiosidad lo que te interesa motivar. Huyes. Pero las percepciones están ahí, la vida que no cuentas está ahí… y comienza a extenderte certificados y todo te viene dado sin buscarlo, en el conocimiento pleno de estar en tu sitio … la vida viene a ti y comienzan a ocurrir las cosas que conocías hace años y te preguntabas cómo se desarrollarían pues desde tu mente razonadora no les vías ubicuidad. Sin embargo ahí están y ahí están aquellos desconocidos y sin sentido nombres que envuelven personalidades familiares, afines .
... A estas alturas hace ya tiempo que has dejado de hacerte preguntas… tampoco pretendes dar las respuestas… solo la certeza de estar donde debes, haciendo lo que debes y para quienes quieres… y compruebas que ellos también se hacen preguntas y dejan apuntar las respuesta, aún con miedo , observando que ellos dicen cuando hablas ¡ Eso ya lo sabía yo, siempre lo había pensado!
Estás donde bebes, cuando debes y para quién debes… y el que quiera entender… que entienda …
V.Nas 

lunes, 18 de abril de 2011

Jueves... La Última cena



JUEVES SANTO, el día del más grande Amor , el día del AMOR DIVINO .
El Jueves en que los ritos conmemoran el recuerdo de unos hechos reales.
Yo he querido traerlos al corazón de la memoria , al templo que es el hombre …a la mesa que compartimos los que aquí hablamos…a la celebración y a la alegría del recuerdo amado …¡Está aquí! – Allí donde os reunáis en mi nombre…allí estaré -¡Gloria!
Conmemoración de la más grande entrega de amor conocida , el día en que se reunió con sus íntimos para despedirse y dejarles un recuerdo y un regalo que entonces ellos no comprendían ni conocían…
-Siempre permaneceré entre vosotros – les dijo – Conocéis y sabéis el mandamiento que dice que os améis unos a los otros como a vosotros mismos , pero hoy os digo ; que os améis …como yo os he amado , que hagáis el acto de amor más grande que pueda hacerse en la hermandad entre los hombres .
Esto no debe ser una carga sino un goce …el de donar el afecto de vuestro corazón a vuestros semejantes . Cuando digo como yo os he amado , os doy la medida suprema del verdadero afecto , pues el hombre no puede tener mayor amor que éste ; el dar la vida por sus amigos . –
En ese momento aceptaba el horror que le esperaba, el horror que conocía y temía , el horror que le hizo suplicar en Getsemaní – ¡Padre! Yo sé que es posible evitar este cáliz…pero hágase tu voluntad –
Un hombre con el poder de un Dios , pero que eligió ser hombre hasta la última gota del cáliz…para darnos prueba de su Amor de Dios .
Mientras tanto , los apóstoles dormían , no eran capaces de velar con él , aunque les había dicho repetidas veces que era su última noche juntos antes de su muerte…que les necesitaba , que necesitaba su apoyo (ellos no lo entendían) …
¡Que iba a morir!…
Ellos dormían , él los miraba y en un diálogo con su Padre decía -¡Míralos Padre! Están dormidos …tienen el espíritu de la verdad , pero la carne es débil – y mirando para ellos pensaba …¡Dormid ahora y descansad…yo ya he tomado mi decisión –
-Ha llegado la hora de que el Hijo del Hombre sea entregado – les dijo despertándoles…y se dirigió a la más grande prueba que afrontar puede una naturaleza humana ; la humillación, la tortura y la crucifixión …
-Sed como niños ,había dicho durante su vida , dejaros ver.-
Esto lo cuenta la historia…fue un personaje histórico…pero Él no ha dejado de escribir y de decir en el corazón humano…en el espíritu del hombre …en todos los corazones , y muy especialmente en los corazones que se comunican … que comunican…como los poetas .
Para ti que ya lo sabes , para mí y para todo aquel que quiera leerlo y compartirlo , pues está impreso en la” personalidad “ de todos… ha dejado éste mensaje:
-La Luz que buscas…está en ti .
Es la luz que te alimenta…y a la que alimentas
Es la causa de la vida…y para la que vives…y cuánto más crece , más irradia lo que te rodea …transforma tu entorno .
Más te da…cuánto más le das , en una relación sin límites .
Vive para dar paz y felicidad a los que te miran
Vive para dar consuelo y ayuda a los que te buscan
Vive irradiando con tu encanto
Y todo será…como debe ser
Hazlo todo por amor y desinterés…y no te aflijas del interés de los ojos que te miran
SE…TU
DEJATE VER


Da amor confianza y consuelo
Genio adormecido no es malo …El que lleva la carga de muchos puede necesitar del genio para que la carga permanezca .
Observa…y comprende , no pretendas cambiar aquello que no está en tu mano .
Sólo contempla de que manera a ti te altera …siempre para bien .
Y aprende de las experiencias que te preparan… para las que vienen.
Da amor…aunque no lo vean
Da amor…aunque no lo compartan
Da amor…aunque no lo entiendan
Da amor…y recibirás amor .
V.Nas 230405

jueves, 14 de abril de 2011

Una historia... jueveros

Foto de V.Nas




Esccúchote hablar y las imágenes vuelven a mi mente  como un luminoso presente proyectado en el corazón, donde la dimensión de la percepción adquiere nuevas  perspectivas que nada tienen que ver con la edad que pudiera tener.

Es imposible que puedas recordar se empeñan en afirmar los que nada saben … :

Güelín el de les vaques, Manuel, un hombre recio, alto enjuto … sentado en la esquinina del prau que estaba enfrente de la casa de los gitanos, a la que me asustaba acercarme … no porque fueran gitanos, posiblemente era todo imaginación de niña pequeña… eran simplemente desconocidos  que metían mucho ruido  y  daban muchas voces .
Sentau en el tendejón, avanzau pa lante  con les dos manes apoyau en el cayau…   el cazu encima, la boina pa los gueyos, y la mirada soñadora hacia el interior de un mundo lleno de sabiduría que adornaba un alma inmensa  en la mente de un hombre que apenas supo leer y escribir…  pero  Manuel  era un hombre justo y respetado, que tenía la seriedad y el buen hacer de quien se convierte en un referente para el entorno .
Ningún prau estaba tan bien y uniformemente segau, ni ninguna huerta disponía les fabes, les patates, les cebolles, y les verdures … como el pequeño Versalles que tenía Manuel, donde las plantas estaban trazadas de forma que te pusieras en el ángulo que te pusieras del cuadrante estaba perfectamente alineado.  Les vaques de Manuel había que salir a mirales  pues no les había más limpies y cepillaes, ni mas hermoses… hasta los nombres teníen guapos … Maravilla, Linda , Estrella ,La Perla , La lucera , La Morica , La Careta y La Caretina su hija … que vivíen en una cuadra como un palacio en el que todo se trataba con extremo cuidado , desde la forma de colocar el forraje en la tenada para que no se soltara, hasta la forma de catales para que las ubres no sufrieran malformaciones, ni la vaca dolores por no vaciales de manera equilibrada . Atábayos el rau con un cordél a una pata, pa que no estuvieran continuamente  moviéndolu  y  hablábayos cariñosamente pa teneles tranquiles  mientras llenaba los calderos de leche .
Tenía también tres burres, Serafina, Mora, y la Nueva
Taxina , la mujer de Manuel , cuyo nombre era Anastasia , alta y buena moza como él y guapa como un sol de primavera , era la encargada de lleváles todos los días por la mañana en el recorrido para el suministro de los demandantes de la leche de burra muy buena según se  creía para el catarro y los bronquios . Vendíase por cuarterones que eren unos vasos a los que se yos untaba el borde de manteca pa que la leche no diera mucha espuma y pudieran quedar bien llenos y no de aire … a veinte céntimos el cuarterón .
Acuérdeste de que Taxina compróte los zapatos pa La Primera Comunión y que te llevaba con ella a repartir la leche,  y como cuándo teníes apenes siete años, estando  la burra Serafina  recien parida   y con un burrín  que necesitaba mamar, díjote
.- Súbete a la burra y vete pa casa , no te preocupes por nada … la burra sabe ir sola pa la cuadra , tú solo no te bajes  -
… y la burra empezó a caminar por la ciudad  … y caminar … y caminar; tú no sabíes dónde estabes y además pasaben los tranvías y dábente  mucho miedo … y no tenía que haber tranvías  … y habíalos … Hasta que empezaste a llorar y alguien te preguntó que pasaba
.- No sé donde estoy , tengo que ir pa la cuadra pero no ye aquí … no ye aquí
–¿Dónde vives fiu? Preguntóte 
- En la Campona Vieja
- ¡Ah! , mira sigue por ahí todo recto hasta que llegues al Parque de Begoña ¿conoces el parque?
– Sí , sí , conózcolu
– Bien pues sigue de frente hasta allí y vuelve a preguntar 
 Cuando Serafina vió el parque ya supo dónde estaba y enfiló directamente a casa sola y tú respiraste hondo … Serafina y tú ya pisábeis terreno conocidu .
Oigote hablar y siento no haber conocido a Taxina a la que dicen que me parezco … siento no haber vivido tus vivencias … siento haber conocido a  Manuel tan viejo que no tenía ganes de hablar … solo me miraba profundamente como el que teme romper una muñeca de porcelana si la toca  y movía la cabeza mientras que yo,  pa no molestar , me dedicaba a pinchar les moñigues con un palu y él poníase nerviosu temiendo que me manchara …
Pero nunca , nunca olvidé , a güelín el de les vaques al que es imposíble que pueda recordar
 ¿ Pero que tenías tú, dos años … tres ? –  haciendo sopes de pan con el café en el rincón de la cocina detrás de la puerta donde´y  gustaba sentase en la esquinina de la mesa .

V.Nas

miércoles, 6 de abril de 2011

La cara... jueveros





"Ella era una cara de pinceladas al óleo, labios frambuesa muy pálida, ojos azul prusia, mejillas nácar algo cuarteadas. De esta guisa, se auto examinaba reflejada en el espejo del Museo, agotada por aquella postura que le provocaba un hormigueo de manos cruzadas y cuello derecho, busto encorsetado, 500 años, más tres “restauraciones”
De vez en cuando ante su mirada ladeada ligeramente a la derecha, ¾ Renacimiento escuela Leonardo, contemplaba de reojo al chico que la copiaba en su tela, a poca distancia, como ejercicio de Bellas Artes. Solía venir aprovechando la luz cenital de la ventana y era muy guapo, parecido al autorretrato del Durero que tenía delante, ojos miel, rubio, barbita y melena rizada, impertérrito, como ella, pintado, o sea muerto, lo contrario del muchacho, vivo y apetecible.
Llevaba una eternidad viéndose admirada al tiempo que a veces le tocaba admirar a sus admiradores. Pero había algo en las personas del siglo XXI que la excitaba; eran sus maneras, su modo de vestir y de hablar, todo directo, como una bofetada. Se acordaba de que en vida todos se inclinaban a su paso.


Ahora la recreaban hasta desnudarla en pinceladas, mientras sus ojos se iban detrás de las piernas torneadas de aquella guía a la que anhelaba parecerse. Se había fijado en esa “ninfa” desde que llegó en su primer día de trabajo, tal vez porque pasaba minutos interminables contemplándola siempre que tenía tiempo libre ¿Se daría cuenta de que también era observada desde la pintura, de mujer a mujer? ¡De que modo era deseada por muchos esa chica! Y con cuánta libertad se expresaba ese deseo a base de piropos o comentarios, miradas que la devoraban de pies a cabeza. Y ella, carnal, sabedora de sus encantos, simplemente les ignoraba con desdén ¡Le gustaría tanto estar en la piel de la joven y saborear este tiempo! Pero estaba condenada a escuchar un día tras otro a los que se quedaban embobados ante la obra maestra que era: turistas, estudiantes, mirones, comentando lo que les gustaría hacer con ella; besarla, acariciarla e incluso poseerla. Mientras, su rostro, inmutable e indefenso, aguantaba sintiéndose como una caldera, como si el óleo se le despintara por el efecto de una llama. Envidiaba el pulso vivo de la guía y daría un salto desde el lienzo, siguiendo sus pasos.
Eran demasiados siglos con la misma expresión sin poder reflejar en su cara lo que sentía, con ganas de salir de esta cárcel que era el retrato de un tiempo cadáver. Estaba harta y dolida de oír meras conjeturas, algunas obscenas, sobre su vida ¿qué sabían de ella? nada, ni idea de este sufrimiento mudo. Solo se sentía bien cuando aquel joven la miraba al copiarla, intuía algo más que una entrega a su labor. En sus ojos dulce miel, detectó un amor secreto ¿deseo? ¡Cuánto daría por estar en sus brazos! y compartir una charla en este mundo que parecía mucho mejor que su época, soñaba la calidez y el tacto de esas manos en su cuerpo. A veces cuando nadie miraba, el muchacho se atrevía a acariciarla con la punta seca del pincel, y ella se estremecía por dentro.
La torturaba la impotencia de no poder corresponderle, de no poder decirle: “sácame de esta tela y, llévame contigo, quiero ver con mis ojos la maravilla del hoy, vestir los modelos provocativos que luce la gente. Ansío lo que tanto tiempo me ha faltado; un hombre que sepa darme placer y cariño, ternura, para devolvérselos apasionadamente ¿Puedes hacer ese milagro?”
No fue un milagro pero lo catalogaron de portento inexplicable.

Una vez terminada la copia, el joven se la llevó a su casa, y ella desde el cuadro quería llorar de añoranza. Lloró lágrimas verdaderas la noche entera.
Al día siguiente el bedel se quedó de piedra al revisar la pintura ¡no tenía cara! en su lugar el fondo insípido. Descolgó el cuadro llevándolo, sin dar crédito, hasta el departamento de restauración. Allí por poco no se desmayan. Sospecharon del estudiante de arte, pero siempre estuvo bastante vigilado y por la tarde antes de cerrar el Museo la pintura estaba intacta, los guardias nocturnos aseveraron que no sonó ninguna alarma.


El joven pseudo Durero vivía con la muchacha que trabajaba con él en restauración del Museo, trabajo que obtuvo porque era un genio de la copia. La compañera, esa réplica de una Madonna de Rafael, le dio hijo e hija; la niña era la princesa de las Meninas, el chico, el Juan Bautista de Murillo.
Le encargaron copiar de nuevo la cara de la famosa pintura. Cada matiz que recuperaba era como si ambos estuvieran entablando un dialogo en la intimidad, de la sensual comunicación renació exacta, la de siempre, nadie, ni un puñetero especialista en escuela Leonardo, notaría con lupa un fallo en el sutil craquelado, o un tinte chillón oliendo a nuevo.
Sin embargo, ella, la mujer del retrato, obstinada, lloró otra noche hasta borrarse del todo la cara...solo quedó, auténtica, una lágrima"

6 manos 6: Natalí-Primavera- V.Nas  ~ 3 caras 3.

lunes, 4 de abril de 2011

Íntimo





   INTIMO

Háblame en el silencio
con tus palabras profundas.
Y cuéntame lo que tú tan bien conoces
…y a mi alma …tanto inquieta.
Háblame …
como bálsamo que cura,
como caricia que alienta
como razón que justifica
tanto sufrimiento …y tanto llanto.
Y enjuga mis lágrimas
en tu manto de amor inagotable
…y mírame …tierno y comprensivo.
Envuélveme
en la caricia de tu ternura
…y cuídame
y arrópame
y arrúllame
y quédate aquí…a mi lado
…que te sienta .
Y déjame quererte…aún dañándote
como niña que golpea
en su laberinto perdida .
Y déjame buscarte… aún teniéndote
y déjame encontrarte, sin haberte perdido
y déjame sentirte… aún sin verte
…y fíltrame,
y empápame,
y apacíguame
…Y sé conmigo…
Y yo Contigo…
Uno..


…Diálogo con mi esencia
V.Nas